Hace mucho tiempo la niña más guapa del pueblo de Kilkim, se fue de vacaciones a la casa de su tía. Llegó a la casa y la tía le mandaba a por recados siempre, así durante la semana que estaría allí con ella. Uno de los recados fue que le llevara de comer a la abuela durante un día, es decir, le tenía que llevar el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. La casa de su abuela estaba a las afueras de un bosque, la pobre niña tenía que atravesar el bosque como ocho veces.
El día comenzó, desayunó rápido, cogió el desayuno de su abuelita y se dirigió hasta su casa. Durante el camino Henry iba cantando y saltando de alegría, llegó a la casa de su abuela y le dio el desayuno y volvió de nuevo cantando y bailando hasta su casa. Muy cansada se tendió en el sofá hasta la hora del almuerzo, tomó rápido la comida y cogió el almuerzo de su abuela. Durante el camino se escuchaban ruidos extraños pero ella seguía como antes bailando y cantando como si no pasara nada, hasta entregarle el almuerzo a su abuela. A la vuelta aquellos ruidos daban más miedo aún, aunque ella era muy valiente y no le temía a nada decidió aligerarse. Sana y salva llegó a la casa de su tía.
Cansada se tumbó en la cama a leer un libro, hasta la hora de merendar. Esta vez ella no merendó porque no le apetecía. Cogió la cesta donde estaba la merienda de su abuela y se dirigió a su casa. Antes de cerrar la puerta la tía le dijo: ¡Henry ten mucho cuidado, el bosque a estas horas empieza a oscurecer!
En ese momento el miedo de Henry aumentó, empezó a correr y correr para llegar cuanto antes a la casa de su abuela. Cada vez el bosque estaba más oscuro y no se veía casi nada. Tropezó con una rama de un árbol que se había caído, cayó en un charco de barro y se dio un golpe en la cabeza.
Una hora después despertó, se había quedado insconciente por el golpe. Le dolía muchísimo la cabeza. Abrió los ojos, estaba todo muy oscuro, miró hacia arriba y estaba rodeada de lobos hambrientos. Muy asustada se levantó y empezó a gritar y a correr los lobos corrían tras ella.
Por fin llegó a la casa de su abuela, era muy tarde, era la hora de la cena. Le explicó lo que le pasó a su abuela y ella le dijo que tenía que volver a su casa cuanto antes para que su tía no se preocupara más. Henry empezó a llorar no quería volver sola, estaba aterrada. Su abuela se levantó y cogió una caperuza de color rojo y se la colocó a su querida nieta y le dijo con esta caperuza los lobos no se acercarán a ti pero recuerda una cosa muy importante pase lo que pase no mires atrás, sino todo lo malo y lo peligroso irá hacia ti.
La caperucita roja salió de la casa, siguiendo la indicaciones de su abuela no miró hacia atrás en ningún momento. Los lobos seguían allí, ella pasó por su lado y no la siguieron con esa caperuza era como invisible, era como mágico. Gracias a esa caperuza regresó a la casa de su tía sana y salva.
De vuelta a su pueblo le contó la historia a todos sus amigos y la llamaron La Caperucita Roja, para siempre.
Lucía Martínez
EJEMPLOS PARA ANALIZAR
Hace 8 años
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